Aunque a menudo se confunden, el nombre comercial y la marca son conceptos distintos, regulados de manera diferente y con funciones específicas en el ámbito comercial. Ambos son fundamentales para la identidad y protección de las empresas, pero presentan diferencias en cuanto a su definición, registro y protección legal.
En Uruguay, estas diferencias están establecidas en la Ley N° 17.011 (Ley de Marcas), que regula tanto las marcas como los nombres comerciales, aunque con particularidades importantes para cada uno.
Las marcas son signos distintivos que identifican productos o servicios en el mercado. Estos signos pueden incluir nombres, logotipos, eslóganes, colores y otros elementos que permiten a los consumidores reconocer el origen y la calidad de los productos o servicios. Su principal función es diferenciar estos productos en el mercado, garantizando que los consumidores puedan identificarlos fácilmente.
Por otro lado, el nombre comercial es el nombre bajo el cual una empresa o establecimiento opera y se presenta al público. No tiene como objetivo identificar productos o servicios específicos, sino la identidad de la empresa en su conjunto, pudiendo estar o no relacionado con lo que la empresa ofrece.
La Ley N° 17.011 establece un régimen específico para cada uno. Mientras que el registro es fundamental para obtener la protección de una marca, en el caso de los nombres comerciales, la protección legal se adquiere por el uso, salvo cuando el nombre comercial es parte de la marca. Además, la cesión o venta de un establecimiento comercial implica la transferencia de la marca asociada, a menos que se establezca lo contrario en el contrato.
La ley también considera los nombres comerciales en situaciones especiales, como su protección frente a la imitación de marcas, cuando esos nombres comerciales son notoriamente conocidos, lo que refuerza su valor como activo de propiedad industrial.
Una de las mayores diferencias entre los dos conceptos es la libertad en la elección del nombre comercial. A diferencia de las marcas, cuyo registro está sujeto a diversas restricciones y causales de nulidad (artículos 4 y 5 de la Ley N° 17.011), los nombres comerciales pueden ser elegidos libremente, siempre y cuando no infrinjan derechos de terceros.
Además, si bien el régimen de marcas se aplica en general a los nombres comerciales, existen reservas y excepciones debido a las particularidades de este último instituto.
En conclusión, aunque tanto los nombres comerciales como las marcas juegan roles clave en la protección y gestión de la identidad empresarial, es crucial comprender sus diferencias. Las marcas protegen los productos o servicios de una empresa, asegurando su reconocimiento en el mercado, mientras que el nombre comercial protege la identidad del negocio en su conjunto. A pesar de estar regulados por la misma Ley, los procesos de protección y las restricciones legales son diferentes, lo que exige una gestión adecuada de ambos para garantizar la seguridad jurídica y el éxito comercial.