Recientemente la Senaclaft emitió su Informe Estadístico, que abarca el periodo del último quinquenio. El mismo resume la gestión no del organismo en sí, sino del Sistema Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo. Ello incluye varios aspectos, como ser en primer lugar el sistema preventivo, que se centra en la supervisión que la Senaclaft ejerce sobre el Sector No Financiero y el BCU sobre el Financiero. En segundo lugar, la Inteligencia Financiera, que se centra en los Reportes de Operación Sospechosa realizados por los sujetos obligados y aquellos remitidos a Fiscalía para comenzar investigaciones. El tercer elemento es el sistema represivo en sí, o sea las investigaciones y posteriores condenas. Y finalmente, los Bienes Incautados y Decomisados. Hay un último capítulo sobre la Cooperación entre Organismos Nacionales y también con Organismos Internacionales en la lucha contra el lavado.
En esta Newsletter nos vamos a centrar en el primer capítulo, el preventivo, que es el que más afecta a los Sujetos Obligados. A nivel del Sector No Financiero, en este último lustro a nivel de Sujetos Obligados la cantidad de supervisados aumentó de 12660 a 13667, por el impacto de la inscripción de muchas Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL) y en menor medida, por el crecimiento de inscriptos del Sector Inmobiliario. A nivel Financiero, la cantidad de supervisados bajó de 423 a 331, por la disminución en la cantidad de Asesores de Inversión.
En el periodo 2020-2023 los sectores más inspeccionados por la Senaclaft fueron los Escribanos (216 casos), Zonas Francas (51), Sector Inmobiliario (51) y las OSFL (151, por la campaña que se realizó por incorporarlas al sistema de prevención). La Senaclaft tiene publicado en su página web, las Inspecciones que realizó en el primer semestre de 2024, donde los Escribanos y el Sector Inmobiliario fueron los sectores con más inspecciones.
En el Sector Financiero los sectores más inspeccionados entre 2020 y 2023 fueron los Intermediarios de Valores (137), las Empresas de Servicios Financieros/Casas de Cambio (101), los Empresas de Intermediación Financiera (73) y los Asesores de Inversión (184, pero todas realizadas en 2023).
A nivel de sanciones, en el sector no financiero, siempre en el periodo 2020-2023, las Zonas Francas fueron las más sancionadas (55), luego los Escribanos con 35, y el Sector Inmobiliario con 19. En la página web de la Senaclaft hay estadísticas del 2024 donde se indica que el 24% fueron apercibimientos, el 46% observaciones y el 30% multas. No se puede extrapolar al periodo 2020-23 pero es una referencia respecto a cómo se componen las sanciones que se aplican por el Supervisor del Sector.
El valor de las multas en el periodo 2020-23- fue de USD 200 mil aproximadamente. En el primer semestre de 2024 las multas equivalieron a USD 75 mil, y los sectores con mayores multas fueron las Zonas Francas, el Sector Inmobiliario, las OSFL y los Escribanos.
El escenario de sanciones en el sector financiero fue de 10 en el periodo 2020-23, que se distribuyeron entre los Intermediarios de Valores, Empresas de Intermediación financiera y Empresas de Servicios Financieros/Casas de Cambio.
Como lo estableció el GAFILAT en la evaluación de pares realizada en 2019 y lo reafirma la Evaluación Nacional de Riesgos emitida en 2023 por la Senaclaft y el BCU, el sistema financiero tiene una mayor percepción del riesgo de lavado de activos y por ende una mayor madurez y nivel de cumplimiento normativo. A nivel de las supervisiones, se hizo foco en los sistemas de monitoreo, la actualización de documentación de debida diligencia de clientes y el tratamiento de las operaciones inusuales.
Por otro lado, el Sector No Financiero (como sucede en todo el mundo) viene aún en otra fase y su percepción del riesgo de lavado de dinero es claramente menor. Es por eso que la Senaclaft en sus inspecciones tiene aún que hacer hincapié en aspectos más básicos y centrales de lo que implica la prevención de lavado de dinero. Así pues, recientemente ha comenzado una nueva serie de eventos públicos y privados con los distintos sectores de Sujetos Obligados y así seguirá haciéndolo por el resto del segundo semestre del año. Alguno de los puntos en los que hacen hincapié son: 1) que el Sujeto Obligado realice (y lo ponga por escrito) una autoevaluación del riesgo que corre de ser utilizado para el lavado de activos. 2) en base a dicho documento, tener una herramienta de análisis del riesgo que cada cliente y transacción implican, para luego aplicar la debida diligencia que corresponda. 3) Realizar (y documentar) la capacitación a empleados. En las Inspecciones han surgido faltantes básicos en el cumplimiento como la falta de uso de formularios, a pesar de que la Senaclaft ha emitido las llamadas "Guías de Cumplimiento" que prácticamente son un modelo para utilizar. No hay obligación de usarlas, pero el hacerlo ayuda a al menos recabar la información necesaria y tener las declaraciones que se exige que el cliente realice. Respecto al Análisis de Riesgo que se enumeró en los puntos 1 y 2, la Senaclaft insiste que no vale el argumento de tener clientes "de toda una vida", se debe constar por escrito que se realiza dicho análisis. Por último, se aclara que más allá del famoso cambio que realizó la LUC permitiendo aplicar la menor debida diligencia en operaciones realizadas vía el sistema bancario, ello no implica que igual debe hacerse el análisis de riesgo y en caso de que el mismo sea de nivel alto, aplicar la debida diligencia intensificada.