Maldonado, departamento de fuerte perfil turístico, ha sido escenario del crecimiento sostenido de servicios de transporte mediante plataformas digitales como Uber o Cabify.
La normativa de 2018 permitió su incorporación al mercado local, aunque con una flexibilidad que terminó generando dificultades de control y desequilibrios durante la temporada.
La nueva reglamentación departamental, aprobada en octubre de 2025, introduce un cambio de enfoque: busca ordenar el funcionamiento de las plataformas, garantizando una competencia justa con los servicios tradicionales y una mayor trazabilidad de conductores y vehículos.
Entre sus principales disposiciones se establece un límite de habilitaciones adjudicadas por sorteo público, el seguimiento tecnológico de los vehículos (control satelital), licencias personales e intransferibles otorgadas directamente a los conductores, requisitos técnicos más exigentes para los vehículos y la obligación de mantener una actividad mínima regular.
Respecto a las exigencias técnicas más rigurosas: los vehículos deberán tener una antigüedad máxima de cinco años, motor mínimo de 1200 cc, ser eléctricos o híbridos, contar con cuatro puertas, seguro total y revisión técnica aprobada.
Además, los conductores deberán realizar al menos treinta viajes por trimestre para conservar la habilitación, evitando un uso meramente estacional del sistema.
Se incorpora también un régimen sancionatorio con multas, suspensiones e inhabilitaciones, y la obligación de aceptar todos los medios de pago -incluido el efectivo- manteniendo el servicio disponible las 24 horas.
Con estas medidas, la Junta Departamental de Maldonado busca fortalecer la autonomía local en materia de transporte, garantizar estándares de calidad y adaptar la normativa a las necesidades de un territorio donde el turismo y la movilidad conviven de forma dinámica.